Cómo Cuidar y Lavar tus Bordados para que Duren Más 💕
Después de dedicar tantas horas de trabajo a una pieza bordada, lo último que querrías es que pierda su belleza con el tiempo. Cuidar y lavar correctamente tus bordados es esencial para mantenerlos en buen estado y asegurarte de que duren años. A continuación, te doy algunos consejos clave sobre cómo lavar y conservar tus piezas bordadas sin dañarlas.
¿Por qué es importante cuidar tus bordados?
Los bordados son delicados. Están hechos de materiales que pueden ser sensibles al agua, los detergentes y el manejo incorrecto. Con el tiempo, pueden acumular polvo, suciedad o manchas, y si no los cuidas bien, el desgaste puede afectar la apariencia de los hilos y la tela.
1. Cómo lavar tus bordados correctamente
Lava tus bordados a mano
El primer consejo para lavar bordados es evitar la lavadora, ya que el ciclo de agitación y centrifugado puede dañar tanto los hilos como la tela. En su lugar, opta por un lavado suave a mano.
- Usa agua fría o tibia: La mayoría de los hilos para bordado, especialmente los de algodón, pueden encogerse o desteñir si se lavan con agua caliente.
- Utiliza un detergente suave: Opta por un detergente neutro o para prendas delicadas. Evita los detergentes fuertes, blanqueadores o productos que contengan químicos abrasivos.
- Remoja suavemente, no frotes: Sumerge la pieza en agua y muévela suavemente. Evita frotar o retorcer el bordado, ya que esto puede causar que los hilos se aflojen o que la tela se deforme.
- Enjuaga bien: Asegúrate de enjuagar varias veces para eliminar todo el detergente. Cualquier residuo de jabón que quede en la tela podría dañarla con el tiempo o hacer que los hilos se vean apagados.
¿Qué hacer si el bordado tiene manchas?
Si tu bordado ha acumulado manchas, hay algunas soluciones que puedes probar sin dañar los hilos.
- Manchas de sudor o amarillentas: Para manchas amarillentas debido al tiempo, puedes agregar una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio al agua de lavado. El bicarbonato actúa como un limpiador suave que no dañará los colores.
- Manchas localizadas: Si tienes una mancha específica, trata de no sumergir todo el bordado. En su lugar, humedece la mancha y aplica una mezcla de agua y jabón neutro con una esponja suave. Hazlo con movimientos suaves y circulares.
- Prueba en un área pequeña primero: Siempre que uses un producto nuevo o si no estás segura de cómo reaccionará el hilo o la tela, haz una prueba en una pequeña esquina de la pieza antes de aplicarlo en toda la superficie.
2. Secar tu bordado de manera correcta
Una vez que hayas lavado tu bordado, es importante secarlo correctamente para evitar que los hilos se deformen o los colores se desvanezcan.
- Seca en plano: La mejor forma de secar un bordado es colocar la pieza sobre una toalla blanca y limpia, y dejarla secar al aire. Asegúrate de no colgar el bordado, ya que el peso del agua puede hacer que la tela y los hilos se estiren o deformen.
- No uses secadora: La secadora puede encoger tanto la tela como los hilos.
- Evita la luz solar directa: La luz solar directa puede desvanecer los colores con el tiempo, especialmente si has usado hilos teñidos con tintes naturales. Lo mejor es secar el bordado en un área sombreada y bien ventilada.
3. Cómo planchar tus bordados sin dañarlos
Si deseas eliminar las arrugas de la tela después de lavar tu bordado, sigue estos pasos para plancharlo correctamente.
- Usa una tela protectora: Coloca una tela de algodón entre la plancha y el bordado.
- Plancha al revés: Siempre es preferible planchar el bordado del lado opuesto, es decir, la parte posterior de la tela.
- Temperatura baja: Usa una temperatura baja o media, dependiendo del tipo de tela. Si usas una tela de lino o algodón grueso, puedes ajustar la temperatura un poco más alta, pero siempre con una tela protectora entre la plancha y el bordado.
- No uses vapor directamente sobre el bordado: El vapor puede hacer que los hilos se encojan o se deformen, especialmente si son de fibras naturales. Si necesitas un poco de humedad, puedes rociar ligeramente la tela protectora antes de planchar.
4. Conservar tus bordados a largo plazo
Para que tus bordados duren más y se conserven en buen estado a lo largo de los años, es fundamental saber cómo almacenarlos correctamente.
Guarda tus bordados en un lugar seco
La humedad es el enemigo número uno de los textiles. Asegúrate de guardar tus bordados en un lugar seco, ya que la humedad puede provocar moho, manchas o el deterioro de la tela y los hilos.
Almacenamiento plano o enrollado
Si tienes bordados grandes, es mejor almacenarlos planos, entre hojas de papel libre de ácido o envueltos en una tela de algodón. Esto evita que se arruguen o deformen. Si no tienes espacio para almacenarlos planos, puedes enrollar los bordados alrededor de un tubo de cartón cubierto con una tela suave para evitar pliegues.
Evita los plásticos
Nunca guardes tus bordados en bolsas o contenedores de plástico, ya que pueden atrapar humedad y acelerar el deterioro de la tela. Es mejor usar fundas de tela o papel libre de ácido para proteger tus piezas.
Protección contra el polvo y la luz
Si tus bordados están expuestos al aire libre, como colgados en la pared o exhibidos en una repisa, asegúrate de limpiarlos regularmente para evitar la acumulación de polvo.
Conclusión
Cuidar y lavar tus bordados de forma adecuada es crucial para que tus piezas mantengan su belleza y durabilidad con el tiempo. Desde un lavado delicado hasta un secado apropiado y una correcta conservación, cada paso cuenta para preservar el trabajo que con tanto cariño has realizado.
Miss Bellota Bordados🌸
0 comments